lunes, 3 de mayo de 2010

La Magia del Lenguaje y su Corrupción


"[...]En definitiva, el texto literario es necesariamente connotativo, según la estilística idealista, y como consecuencia de ello es ambiguo y plurisignificativo (a mayor grado de literariedad mayor grado de ambigüedad). Un mismo texto se puede interpretar de 100 maneras diferentes[...]"

Las palabras nos seducen, nos sumen en un estado onírico en el que creemos que todo es posible, nos hacen inmortales al paso del tiempo o nos condenan al olvido pero, más que otra cosa, nos permiten seguir contando historias, seguir viviendo... ahí reside su magia, su poder. Sin ellas los mundos de Alicia en el País de las Maravillas no habrían sido "maravillosos", El Retrato de Dorian Gray no habría podido mostrar la degeneración de la moral humana, o los viajes del inocente Principito nunca nos hubieran enseñado la belleza de las pequeñas cosas...

Eso es algo de lo que estoy contento, porque se trata de algo "mágico". Es como un resquicio olvidado y utópico en el que uno se sumerge y le afecta de manera profunda y personal (con lo cual cada uno lo recibe de distinta forma desde su experiencia) enriqueciendo el alma, ordenando ideas, pensamientos...
Es un lugar en el que la ciencia no encuentra explicación porque no la necesita, ya que es tal su brillo, su excelencia y ,sobre todo su magia y su belleza, que con esas características tan simples (pero a la vez tan complejas) se explica por sí mismo.
De esta forma, el científico que se adentre en este terreno guiado por la curiosidad y el afán de revelar los secretos del mundo y del cosmos, sentirá la abrumación que sintieron sus maestros Darwin, Arquímedes o Magallanes...pero saldrán (esto es complejo) sin absolutamente nada (empírico) y a la vez con todo o, en última instancia, con la inspiración que le propulsará a alcanzar el éxito en sus proyectos.

A esto es a lo que me refiero con que estoy contento, me alegra que sea algo tan exótico como lo es una especie en peligro de extinción, un bosque profundo e inexplorado o una tribu desconocida... Sin embargo, no todo es lo que parece y me apena que éste aspecto no siempre sea un concepto tan romántico, puesto que en otros casos, la palabra escrita con la mejor intención o la literatura con los fines más bellos e inocentes, pueden servir como caldo de cultivo de los más horribles pensamientos derivados de la interpretación más perversa que se pudo hacer de un texto.
Es por lo que un artilugio de maravillas, fantástico y bello como es el lenguaje de las palabras, se convierte en un arma con la que el ser humano se respalda, defiende o ataca.

Esto no hace más que provocar el llanto de ese lugar utópico, armonioso y mágico del que nos estamos olvidando y con su olvido, llevando a la perdición o destrucción. Volvamos a cultivar su recuerdo, fomentemos su valor y promulguemos su benevolencia pues, si lo descuidamos o lo abandonamos a su suerte, será usado (como se usa hoy) con fines para los que no se nos otorgó tal don privilegiado.

"Tolerancia, Respeto, Belleza, Humildad"

Son algunas de las palabras a las que un necio atrapado entre dos mundos se aferra. Un necio que en un brazo sustenta ese mundo utópico y frágil que se aleja cada vez más, mientras que en el otro, sustenta el mundo que desprecia esa magia y mancilla su belleza, sometiendo las palabras al servicio de pérfidos fines: demagogia, manipulación, mentiras... Un mundo que se ha rendido, que ha olvidado que todavía existen cosas bellas si nos esforzamos en buscarlas, aunque haya que luchar o incluso escavar en lo más profundo para encontrarlas... A ese necio no le importa ser de los pocos que sufren esa tensión de soportar tales fuerzas que se alejan, de ser el único que aún cree en la convivencia pacífica de ambos mundos, pues seguirá aguantando estoicamente en esa situación hasta que su cuerpo se quebrante en dos. El muy necio ha encontrado su objetivo, su fin, el de su existencia... y luchará hasta su consumación pues piensa, pobre iluso, que la consumación de su objetivo, de su lucha y lo que cree es mucho más valioso, que su mera existencia.

1 comentario:

  1. ¿Qué fue antes, la palabra o la consciencia? No quiero que intentes contestar, es retórico. Me gusta lo que escribes chato!

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